sábado, 20 de julio de 2024

La Vida en la Nueva Tierra - Entrada y Unidad

Mensaje de Jesus Christus a Melanie en Alemania a partir del 13 de junio de 2024

En el transcurso del día, Jesús ya había anunciado su llegada, pues la vidente seguía viendo la esfera de fuego junto a la ventana de su ático.

Por la noche, Jesús se aparece durante las oraciones y de nuevo aparece en una visión. Es bastante impresionante, aunque al principio parezca aterrador.

Se percibe una agudeza y una intensidad que suscitan la pregunta: «¿He hecho algo malo?».

Tras sentir el juicio de Dios, la aguda confrontación, la vidente se abrió a esta agudeza y le dio su «sí», por así decirlo.

Se permite a la esfera mirar en su alma y la vidente mira su interior junto con la esfera. Entonces desaparece la agudeza.

A medida que la vidente se abre voluntariamente a esta agudeza, la esfera también se abre a ella. La esfera se despliega y se abre un pasadizo.

Parece un meteoro, ardiente y brillante por fuera, como si estuviera hecho de una especie de lava.

La mitad superior se pliega y en el centro se abre un camino que conduce al paraíso. El vidente ve un lugar lleno de luz, puro y hermoso.

Es como si la esfera tuviera una atracción que quisiera atraer a uno, pero en el buen sentido. Es como tener que pasar una prueba o un examen. Sin embargo, una vez que se ha superado, la consecuencia lógica es que uno se siente atraído por esa atracción bella y celestial. Cuando uno ha dominado el juicio agudo, se le permite recorrer este camino.

Ahora el vidente se encuentra en el umbral del camino hacia el paraíso. Parece una dimensión diferente, pero eso significa una forma de vida diferente y nueva. Se pregunta si realmente es lo bastante pura y digna de estar aquí. Y parece que no todo el mundo puede cruzar este umbral para alcanzar el nivel superior. La vidente se siente muy humilde en este lugar de un modo apropiado. La gente aquí está en una mayor unidad con Dios, una humildad que procede del temor a Dios, de la conciencia de que todo es uno.

La clave de esto es el amor.

Es una forma superior de amor, un amor incondicional, como el que podrías esperar de los santos o de los ángeles. Es un amor muy puro, difícil de describir con palabras humanas y muy conmovedor.

Lo importante es: uno no necesita decidir por sí mismo entrar, está invitado. Es comparable a una sociedad cerrada.

Uno está en la lista de invitados o no. La vibración, el esplendor, la belleza y la dicha van mucho más allá de lo que las palabras pueden describir.

Jesús le hace comprender a la vidente que está satisfecho con su descripción y le pregunta si quiere echar un vistazo al paraíso y le concede esta visión.

Ella tiene la impresión de que es el lugar donde ya había estado en una visión anterior, el lugar de los tiempos modernos. Es la Nueva Tierra.

Jesús camina ahora a su lado y se lo muestra todo. Irradia un gran amor.

Es una vida diferente allí, una actitud diferente ante la vida, no sólo para la vidente, sino para todas las personas que están allí.

Son buenas personas, buenos personajes, personas muy positivas que se centran en la caridad, en el amor y en la cohesión.

Están centradas en el corazón, son muy respetuosas, muy compasivas, muy espirituales y también están en conexión consciente con Dios.

Es posible comunicarse con más fuerza a través de los pensamientos. Todas las personas que están allí son capaces de comunicarse con niveles espirituales superiores (por ejemplo, ángeles, Jesús, María). La visión interior también es mucho más pronunciada en la nueva era (visiones que perciben el futuro).

En este lugar, estas habilidades son mucho más pronunciadas. Las personas se comunican de forma diferente, pueden entenderse de forma diferente simplemente por ser capaces de mirar en el alma de los demás.

Es un tipo único de interacción porque os sentís mutuamente, apenas hacen falta palabras. La comunicación es muy sutil.

Uno puede sentir cómo está la otra persona, sus sentimientos, intenciones o deseos, etc. El trato con el otro es muy natural y altamente empático. Tiene lugar en un nivel de percepción más espiritual.

Dios se percibe de forma diferente en este lugar y parece una especie de sol. Está presente, más cerca de la tierra y brilla muy intensamente, irradiando blanco y comunicándose con todos. Es mucho más tangible, mucho más perceptible y, sin embargo, todo es muy sutil.

Es una convivencia gozosa, agradable, alegre y amorosa. Estar juntos es fácil y realmente hermoso. Es dichoso simplemente estar allí.

La vida allí está organizada de forma diversa. No es de naturaleza industrial o capitalista ni se basa en el dinero. La gente vive de forma más modesta y natural, «de vuelta a las raíces». La sociedad está coordinada de diversas formas, al igual que la organización de la vida profesional. Todo lo que distrae o aparta a las personas de su verdadera esencia ya no es necesario en la nueva era.

Cada uno hará aquello para lo que es bueno y con lo que disfruta, y a cambio el individuo será valorado, amado y aceptado, tal como es. Es una vida completamente distinta. Ya no se trata de que, en el peor de los casos, uno sólo trabaje para ganarse la vida.

El dinero parece desempeñar ya menos papel o ninguno.

A continuación, la visión trata de la institución de la Iglesia de la nueva era. Aquí también parece tener una forma diferente.

Se dice que las personas que llevan la fe son en realidad la iglesia.

Se ve el edificio de una iglesia y representa la estructura superior de cargos, jerarquías y normas. Éstas pertenecen a la era antigua.

La iglesia surgirá de nuevo en los Nuevos Tiempos y se reagrupará.

Se permitirá que la dirija la persona con el corazón más puro. La gente elegirá al que más se parezca a Jesús.

El más inteligente, el más sabio, el más desarrollado espiritualmente. Pero, por encima de todo, será el que tenga el corazón más puro.

Es comparable a las tribus indias, cuyos ancianos tribales más sabios pueden ser el líder espiritual de la aldea.

Aquí termina la parte pública de la visión.

Origen: ➥www.HimmelsBotschaft.eu